Desmontando a Barbie es un documental dirigido por Andrea Blaugrund Nevins y estrenado en el año 2018 en Estados Unidos. El filme nos habla sobre la crisis actual de Barbie dentro de la empresa Mattel, comenzando por lo que ha supuesto la muñeca desde su surgimiento hasta la actualidad.
En 1959 fue cuando la muñeca vio la luz en los mercados de la ciudad de New York, que, aunque en sus comienzos no fue aceptada como se esperaba, al poco tiempo se convirtió en uno de los juguetes más vendidos de aquella época, de hecho, diez años más tarde se creó el primer club de fans de Barbie. Estaba considerada como una muñeca revolucionaria, ya que hasta el momento solo existían juguetes de bebés con el fin de fomentar el rol de madre. Llegó al punto de ser tan conocida, que la muñeca Barbie hoy en día posee más de un 98% de reconocimiento, eso quiere decir que es más conocida que la propia Coca Cola.
Otro de los aspectos por los que se caracterizaba Barbie es que tenía pechos, su creadora Ruth Handler decidió que fuese así para que las niñas se pudiesen ver reflejadas en ella, que jugasen a ser mayores. Pero lo cierto, es que se trataba de una muñeca con tendencia a la delgadez y con proporciones inexistentes en la realidad. El problema estaba en que las niñas se veían totalmente reflejadas en ella. Se mostraba como el ideal de belleza de aquel entonces en el que parecían otros aspectos como los roles de género o la supremacía blanca, de hecho, podemos encontrar ediciones de Barbie en las que la muñeca aparece con una báscula que marca 50 kg y con un libro que hace alusión al miedo a engordar.
En aquel entonces tener belleza y feminidad era fundamental para las mujeres, pues estaba considerada como un elemento fundamental para sobrevivir dentro de un mundo liderado por hombres. De hecho, la propia muñeca ha evolucionado con el tiempo, en las primeras creaciones pasó de mostrar una expresión de sumisión en sus ojos que miraban hacia el lado, a una mirada firme y hacia el frente.
Aunque Barbie tuviera su punto álgido, en los últimos años ha sufrido un descenso en sus ventas. Para buscar una solución la empresa Mattel creó el proyecto titulado “Amanecer”, con el objetivo de rediseñar el cuerpo de la muñeca Barbie. De entre las posibilidades de remodelación, pensaron en mostrar tanto la diversidad corporal como la étnica. Pero el departamento de marketing debía ir con pies de plomo, pues otras veces la modificación del cuerpo había resultado desastrosa, ya que en los testeos, las propias niñas las calificaban como muñecas gordas, el problema estaba en que desde el comienzo de la vida de las niñas se manifiesta un estereotipo muy marcado, apenas hay publicidad en la que aparezca gente real, es decir, el modelo de cuerpo preponderante. La cultura avanza tan deprisa, que Barbie se queda atrás, estaba claro que necesitaban un plan de crisis que salvara la marca.
En definitiva, la mujer necesita un claro empoderamiento, a lo largo del tiempo hemos estado ocultas debido a la cultura del patriarcado existente, hecho que se ha visto reflejado en la historia de muñecas como es el caso de Barbie. Se trataba de un juguete que se ganaba la vida sola, tenía su propia casa, además de un deportivo descapotable y su caravana. Aunque más tarde apareciera Ken, a Barbie le queda mucho por trabajar, la empresa ha dejado atrás temas actuales como la diversidad sexual y los roles de género, que por desgracia, siguen estando muy marcados.
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