Jesús Martín Barbero habla en primer lugar sobre el proceso de enculturación. La cultura popular nace en el medievo, mediante un proceso de centralización política, donde converge la unificación y homogeneización religiosa que lleva a cabo por el cristianismo. Esta guerra de religión crea un sentimiento de nacionalidad.
El folklore, las fiestas, forman parte de la cultura de un lugar y hacen posible la liberación de tensiones, desviando la agresividad…
Las fiestas en las películas de las Princesas Disney son un momento típico de las películas, ya que suele ser donde conocen al príncipe o un punto de inflexión en la película, aquí aparecen algunos de ellos:
El día que se hizo una fiesta para presentar a Elsa como reina de Arandel. |
Aladdín, cuando van a presentar a Jasmine en sociedad. |
La Bella y la Bestia, de nuevo escena del baile. |
El baile donde Cenicienta conoce al príncipe. La magia y la brujería jugaron un papel muy importante en la cultura popular, la bruja simboliza un mundo que es necesario abolir, un saber que descifra los signos del peligro y proporciona remedios para enfrentarlo. El papel de bruja siempre ha sido encarnado por una mujer, quienes presiden las veladas donde se enseña una moral en proverbios o recetas medicinales. Este papel en Disney aparece representado por varios personajes, Maléfica como la bruja que hechizó a La Bella Durmiente al nacer con un hechizo que le haría pincharse con una rueca a los 16 años y moriría. La Reina Grimhilde, la madrastra de Blancanieves, quien desea ser la más bella del reino y para ello quiere acabar con su hijastra, creando una manzana envenenada y disfrazándose de anciana para ofrecersela a Blancanieves. Son muchos analistas de películas quienes opinan que de lo que trata la historia de Grimhilde es de un trastorno psicológico de esquizofrenia. Úrsula, la “bruja marina” que aparece en la película de La Sirenita quien intenta vengarse del rey Tritón después de despedirla. Es la destrucción de su sentido del tiempo (las fiestas) y de su saber la brujería) hace estallar nuevas formas de violencia social. La transición al capitalismo industrial no es sólo un nuevo sistema de poder de una nueva sociedad con jerarquías marcadas. Surgen los movimientos de protesta y cultura popular, el “preindustrial” es un periodo que duró unos cien años durante el cual la sociedad se estaba adaptando a los cambios por una industrialización por el que la sociedad queda transformada radicalmente. Las clases populares quedan aquí marcadas por la resistencia y la protesta, tema que venimos viendo en películas y textos anteriores en la asignatura. El concepto de masa está integrado en la ideología dominante, la masificación ya dió nombre en el siglo XIX a la concentración industrial que se creó en las ciudades. En el terreno cultural, la masificación consiste en el proceso de inversión de sentido mediante el cual pasa a denominarse popular. La cultura de masas no se identifica con lo que pasa en los medios masivos, sino como “principio de comprensión”. Desde el modelo culto, la cultura de masa tiende a ser vista únicamente como resultado de un proceso de industrialización mercantil. Se abren tres pistas de una investigación de la cultura de masas desde un modelo popular: - De lo popular a lo masivo, sólo se puede seguir históricamente, es el desarrollo de ciertas virtualidades ya inscritos en la cultura popular. - De lo masivo a lo popular, realizando una investigación de los dispositivos de masificación: la despolitización y control. - Los usos populares de lo masivo, una serie de preguntas que se hacen las clases populares respecto a lo que ven, con lo que creen, compran o leen, contra la idea del consumo-receptáculo. |
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