AUTÓMATA




Autómata es una película dirigida por el madrileño Gabe Ibáñez y protagonizada por el actor Antonio Banderas. Se trata de una narración relativamente actual, pues data del 2014, pero está basada en el año 2044, donde se presenta una tierra totalmente desolada debido a la contaminación, y a las tormentas solares que han provocado que el planeta sea difícil de habitar por la vida humana.
En consecuencia, los robots se presentan como una alternativa a la mano de obra humana, sirven a la especie como si de asistentes domésticos se tratasen. Ahí es donde aparece Jacq, un agente de seguros robóticos conocidos como ROC, una entidad que se encarga de la fabricación de los robots, los cuales poseen dos tipos de protocolos inalienables e inalterables, encargados de asegurar la protección de la vida humana y la imposibilidad de modificación alguna.
De forma paralela, encontramos a la mujer de Jacq, Rachel Vaucan, la cual se encuentra en estado. Juntos, sueñan con poder formar una familia, en el caso de Jacq, en la costa, lejos de la sociedad, pues no ve cabida en la ciudad, lugar desolado, donde hasta la lluvia debe ser provocada, llegando hasta el punto de ser perjudicial debido a la presencia de ácidos.
Mientras tanto, uno de los compañeros de Jacq dispara a uno de los robots, y este es encargado de investigar el suceso, lo que le lleva a descubrir la posibilidad de que existan robots que se están modificando supuestamente por un humano, o como ellos lo denominan un “relojero”.
A lo largo de la búsqueda descubre un robot de género femenino que posee cualidades especiales, lo que le diferencia del resto de androides. En esta introducen la tarjeta base del robot que se autodestruyó y descubren en ella cualidades extraordinarias, lo cual le lleva a conocer al robot que consiguió auto modificarse y sus pretensiones de crear vida paralela a la humana, ya que esta ya no tiene cabida en el planeta dada las condiciones, pretensión que acaba consiguiendo aun con los inconvenientes que provoca la empresa ROC, pues no conciben la idea de que los robots sean superiores a la raza humana.
Llegados a este punto, encontramos múltiples simbologías, como es el caso de la cromática, ya que todo se reduce a colores ocres, grises y oscuros, se puede apreciar tanto en su vestimenta como en el exterior, esto provoca una sensación de contaminación y tristeza general.
Asimismo, la vida se reduce a un capitalismo total y extremo, donde la vida ya carece de sentido. La ciudad y los hogares se muestran repletos de hologramas que muestran mujeres bailando, representando un sistema pornográfico que busca llamar la atención de la sociedad, eximida de cualquier reflexión propia acerca de la situación en la que se encuentran, y, en consecuencia, la resignación a llevar ese estilo de vida sin pensar en otro tipo de posibilidad, “en efecto, nuestras culturas, seducidas por la publicidad, la moda y el culto al cuerpo, no dedican mucha reflexión al tema de la muerte, y parecen tentadas e inducidas a negar la existencia de la vejez, la enfermedad y la muerte. Por tanto, cualquier recordatorio de lo contrario es experimentado como perturbador, morboso y pornográfico, y como un ataque frontal al “mundo de fantasía” que estamos creando. Consecuentemente, mirar imágenes de la muerte se ha convertido en un “acto de voyeurismo”. Navarro Martínez, E., (2013).
Otro aspecto con el que reflexionar, es el miedo a pensar en la posibilidad de la existencia de otra especie superior a la humana, existe un miedo a la suplantación, a aquello que se asemeja al ser humano y que le diferencia del resto de subespecies, los sentimientos, la llamada “personalidad”, de hecho, el empleado que dispara al robot se excusa en la idea de que “parecía vivo”.
También, se muestra a una sociedad subyugada, donde se ha asimilado la imposibilidad de sobrevivir en el planeta tierra que se nos presenta, con una visión futurista desesperanzadora, la propia raza humana desconfía de la posibilidad de que las personas modifiquen su conducta de cara a una mejora del medio ambiente dado que contamos con recursos finitos, lo que conlleva a la ruptura con el sistema capitalista y su economía lineal.
En la actualidad, contamos con medios como es el caso de internet, repletos de información, lo vemos en afirmaciones como: “En este contexto, la apropiación es una forma de control, como la cultura occidental de masas muestra continuamente. Si Internet ha hecho posible que grupos y discursos minoritarios puedan tener acceso a la información y a la escena pública, su reverso es en realidad la gran brecha (de género, étnica, socioeconómica, etc.), que se ha creado no sólo en el acceso a las TICs y la presencia en el espacio digital, sino también, en la creación, difusión y control de información, discursos e ideologías” Navarro Martínez, E., (2013). Esto nos anima a seguir informándonos para romper con la idea de “la sociedad de la desinformación”, y, en consecuencia, no nos resignemos, sino que tomemos iniciativas proactivas que no nos lleven a representaciones futuristas como es el caso de Autómata.

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