Para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres los medios de comunicación juegan un papel fundamental, esto se puede apreciar en el tratamiento que han recibido las mujeres respecto a los hombres en los medios de comunicación a lo largo de la historia
Las princesas de Disney han sufrido una clara sexualización en los últimos años, son muchos los ilustradores y diseñadores los que se han encargado de visualizarlas simulando portadas de la revista Playboy o la realización de prendas de lencería inspiradas según la actitud de cada personaje, por no hablar de su uso pornográfico y su fácil acceso a través de internet.
Podemos encontrar personajes femeninos de la productora en los diferentes medios y formatos, donde se muestra una personalidad marcada mediante productos dirigidos a un público infantil, el cual adopta esta identidad en etapas más maduras.
Los disfraces inspirados en las princesas Disney también es un tema para reflexionar, se trata de vestimentas con las que se sexualiza el cuerpo de la mujer.
Este tipo de franquicias se presentan a modo de autoridad, pues son ellas las encargadas de enseñar al público infantil como debe vestirse y comportarse. “Contenido y publicidad consiguen solaparse y fomentar el consumismo infantil, en especial el femenino, uniendo los juegos con estereotipos sexistas” (Vicens, 2018, p.124).
Las princesas Disney y su cultura empuja de alguna forma a su target infantil a concretarse como persona mediante la belleza y los juegos sexualizados.
Por otro lado, elementos como la página web de la productora, la publicidad que gira en torno a los diferentes productos de Disney Parks Resorts junto a las tiendas de Disney Store, ofrecen productos sexualizados y estereotipados, olvidando que la mayoría de ellos estarían dirigidos a un público totalmente infantil.
El crítico cultural de origen estadounidense Giroux, en su obra El ratoncito feroz, afirma: “Los mensajes pedagógicos promocionados por estos programas están diseñados en su mayor parte por una industria publicitaria de 130 mil millones de dólares anuales, que no se limita a vender sus productos, sino que también vende valores, imágenes e identidades, que persiguen en gran medida educar a los jóvenes para ser consumidores.”
La buena noticia es que ya son muchas las iniciativas, ejemplo de ello es el caso de la organización profesional FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas en España), la cual ofrece diferentes propuestas para la mejora del tratamiento hacia las mujeres en los medios de comunicación. Asimismo, aconsejan evitar la construcción tradicional de la mujer, fundada en estereotipos, además de luchar contra la violencia de género de forma efectiva a través de los medios de comunicación.
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